Carolina Marín se ha visto obligada a abandonar la semifinal de bádminton de los Juegos Olímpicos de París tras sufrir una lesión cuando dominaba a la china He Bing Jiao, y se despide cruelmente de sus opciones en la competición.
Su rodilla derecha, en un mal apoyo, volvió a jugarle una mala pasada a la onubense que dominaba con claridad la semifinal y estaba a punto de meterse en la lucha por el Oro.
Sus lágrimas han impactado a todos los aficionados y a los onubenses en particular que ha llorado con ella una injusta retirada de la competición.