La segunda semifinal de la Copa de Andalucía, trajo a escena al anfitrión, el Real Betis Féminas, que se medía al Sporting de Huelva, en lo que se anticipaba como un duelo más igualado. El «factor casa» del Betis y la pretemporada tan sólida que vienen haciendo las onubenses eran los dos grandes factores a evaluar durante la noche, y el partido no defraudó.
Como suele ocurrir, los primeros compases fueron de tanteo, si bien se vio a un Betis más atinado en su planteamiento inicial. Fruto de este inicio, aunque sin alardes excesivos, el partido se fue decantando hacia el lado local, aunque no fue hasta la media hora cuando el equipo sevillano abrió la lata: en el 30′ de partido, Rosa Márquez hacía el 1-0, anticipándose al pitido por la pausa de hidratación que recogía el protocolo. Así llegamos al descanso, en el que ambos equipos parecieron intercambiar los papeles.
En la segunda parte, si bien el Betis seguía confiando en sus posibilidades, ya se vio más presionado por el Sporting de Huelva. El trabajo colectivo onubense, y el desgaste ocasionado por el propio juego y el factor climático, también contribuyeron a los cambios de discurso propios de los encuentros en estas fechas. Sumando todo esto a la confianza retomada de las onubenses, el Sporting empató gracias al tanto de Hmíroyá, que no había sido de la partida. El tanto de la dorsal 11 pareció dar alas a las pupilas de Antonio Toledo, y el equipo siguió percutiendo, en un intercambio de golpes que subió la emoción del tramo final del encuentro.
Y en los últimos compases, cuando la grada consideraba la posibilidad de asistir a una tanda de penaltis, Isina, que también entró en este segundo tiempo conectó una jugada colectiva y en el 86′ abrió la puerta de la final a un Sporting Huelva que, también esta noche en la Ciudad deportiva Luis del Sol, ha vuelta a dar señales de su buen momento.